Guido de Arezzo o Guido Aretino fue un monje benedictino y teórico musical, perfeccionó la escritura musical con la implementación definitiva de líneas horizontales que fijaron alturas de sonido, cercano a nuestro sistema actual y acabando con la notacón neúmatica. Finalmente, después de ensayar varios sistemas de líneas horizontales se impuso el pentagrama griego 5 lineas.
Tambien puso el nombre a las notas que conocemos hoy en día, las notas musicales de Guido eran la que ahora conserbamos, exceptuando ut más tarde se cambio por un do.
El himno de San Juan el Bautista era muy conocido en aquella época y se lo ocurrió utilizar las primeras letras de cada frase para llamar a las notas musicales. Este método de entonación lo llamó "solmización", lo que pasó, más tarde, a llamarse solfeo. Lo usaba para enseñar música, y así es como el Papa lo introdujo en la Iglesia.
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